Seguimos hacía Lozoya del valle y nos encontramos
con el desvío hacía la presa de Pinilla, ya
tomando el mismo podemos hacer una de las fotos más bonitas
del embalse de Pinilla. Con el pico de Peñalara al fondo,
pico más alto de la comunidad de Madrid y zona protegida
como parque natural de Peñalara. Una
vez hechas estas fotos nos dirigimos a Rascafría dejando a
los márgenes de la carretera pueblos como: Lozoya del valle,
Pinilla del valle, Alameda del valle, Oteruelo del valle, pueblos que
además de por la carretera están unidos por un
bonito camino natural que se puede recorrer andando, en bicicleta, a
caballo, desde él se pueden ver algunas aves como
¿¿milanos?? (preguntar, no se sabe)
además de los ganados de la zona.
Pero bueno, la noche cae y hay que llegar al destino
Rascafría Los Espinares donde nos esperan.
Una vez allí nos enseñaran el
alojamiento y nos dirán donde podemos cenar según
los gustos del viajero.
1º día:
Desayuno en el salón del alojamiento para coger
fuerzas, una vez desayunado bien, nos ponemos en marcha para conocer El
Paular y alrededores.
10:30 – Saliendo de Los Espinares por el camino natural
hacía El Puente del Perdón pasaremos por el
antiguo molino de papel, por el bosque Finlandés, La fuente
del Botijo y llegaremos a El puente del Perdón. En todo este
recorrido veremos paisajes inolvidables según la
época del año, pasaremos por encima del puente
del perdón (con foto obligada) para dirigirnos hasta El
Monasterio de El Paular y a El arboreto Giner de los Ríos,
sitio donde podemos ver una amplia gama de árboles y
arbustos de los que habitan en las orillas del río Lozoya.
La visita a el monasterio es obligada, pero eso sí, hay que
estar allí a las horas de visita según el
día de la semana.
Saliendo de la visita de El monasterio de El Paular podemos
visitar el Centro de Educación Ambiental Puente de
El Perdón, para luego dirigirnos a
Rascafría por el paseo que va paralelo a la carretera M-604.
En este paseo hay bancos y descansaderos, porque a estas alturas
apetece parar y descansar, pero Rascafría ya está
a tan solo escasos 800 metros. Pasaremos por el aserradero de madera y
por el parque donde se ubican los aparatos de gimnasia y
después la oficina de turismo para más
información.
Una vez aquí decidimos que hacemos: - Comemos
primero y luego descansamos, o descansamos y luego comemos.
Para comer podemos hacerlo en una amplia oferta de
restaurantes que hay en Rascafría.
Reposo, película o siesta en el alojamiento.
Por la tarde – Sugerimos un paseo por el pueblo, porque tiene
sus
rincones, aunque sea de noche, como todos los pueblos.
- Ruta para los amantes de los dulces. Salida del alojamiento para
adentrarnos en el pueblo pasando por:
* El horno de Ana, bollería de todo tipo, pero unas
magdalenas que te harán volver a Rascafría a por
más.
* Subiremos a la pastelería – panadería
El Molino del Cubo para degustar los mantecados hechos de manera
artesanal con la receta de la abuela.
* Veremos La plaza de el Ayuntamiento, Casa Vasca, La Casona, Iglesia
de San Andrés y bajaremos hacía la tienda de Los
Chocolates, igualmente artesanales. Y si queremos un chocolate caliente
nos lo podemos tomar en Caldea o Tetería La Falca.
* Con este ‘’picoteo’’ de
magdalenas y mantecados no sé si vamos a cenar pero si
así fuese ya saben, ahora hemos visto casi todos los
restaurantes del pueblo.
* Buenas noches y que descansen.
2º día:
Desayuno en Los Espinares para salir hacía el
paseo de Las Arroturas, paseo que transcurre por la parte alta del
pueblo, desde donde podemos contemplar unas vistas únicas
del valle de El Paular, con el monasterio de El Paular al fondo y el
aserradero de madera de la Sociedad Belga de los Pinares de El Paular a
su izquierda. Desde medio camino podemos observar otra vista del valle
del Lozoya con el pantano de fondo y los pueblo de Oteruelo del valle,
Alameda del Valle, Pinilla del valle y Lozoya del Valle.
A la vuelta podemos pasar a tomar unas tapas por la plaza en
Casa Briscas, El Pati, Casa Conchi o coger el coche y subirnos al
mirador de Los Robledos, a 5 kilómetros dirección
puerto de cotos desde donde podemos admirar una vista de todo el valle
del Lozoya de principio a fin.
Y ahora que ya entran ganas de comer podemos comer en
cualquiera de los restaurantes de la zona de la Isla, restaurantes sin
problemas de aparcamiento y con una cocina tradicional.
Después podremos volver a Los Espinares a reposar
la comida, película o siesta y pasar un rato en la zona spa
con vistas a la sierra, para después poner rumbo a casa, si
es nuestro día de salida, si no es así, podemos
salir a dar una vuelta por Rascafría y visitar algunos de
los talleres artesanales como el de Agustín Sanz, escultor
en madera o El taller de Las Vidrieras, donde podremos comprar alguna
vidriera si llegara el caso, o por qué no, la tienda Bajo
Cero, donde podremos comprar ropa de abrigo de las mejores marcas y a
los mejores precios; o Luar, tienda de moda, regalos. O para regalos de
joyería, calzado, menaje, los centros comerciales Madrid
París, donde también podremos ver la mas amplia
gama de muebles para su hogar, con una atención directa y
personalizada.
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